22 abril 2010

Tim Burton a la sombra de Lewis Carroll

- Alicia en el País de las Maravillas - (Tim Burton, 2010)





Si a un niño no se le castiga cuando hace algo malo acaba creyendo que lo que ha hecho está bien y habrá posibilidades de que repita esa acción. Cuando Tim Burton dirigió la insípida (y única mala película del director) El planeta de los simios el problema fue su gran éxito de taquilla. Tanto dinero junto legitimó en cierta manera el hacer del director y quizá algo cambió en Burton. Porque hace unos años si nos hubiéramos enterado que Tim Burton iba a idrgir las adaptaciones al cine de las obras emblemáticas de Roald Dahl (Charlie y la fábrica de chocolate) y Lewis Carroll (Alicia en el País de las Maravillas) medio mundo hubiera dado palmas con las orejas. Pero los tiempos cambiaron con el éxito de El planeta de los simios.

Porque de que de la adaptación de Tim Burton del universo Carroll saliera una mala película es algo imposible. Alicia en el País de las Maravillas tiene los ambientes, la fauna y los personajes. Están allí son reconocibles y fascinan tanto como con la lectura de los libros o con la visión de la película de Disney. Burton sabe a que juega y lo hace con gran precisión. Ver el cuento de Alicia en pantalla grande con alguien con buen gusto para las narraciones extraordinarias es algo que no se puede desdeñar. El único problema es que da la sensación que a Lewis Carroll se lo ha comido Tim Burton ya que podemos ver la obra del escritor pero cuesta más descubrir la del director. Cuanto más avanza la película cuesta más ver la diferencia entre una gran película de autor y un telefilm de lujo de una gran cadena (de lujo si pero telefilm al fin y al cabo). Porque no puede haber ninguna queja con el gato de Chesire, el Conejo Blanco, el Sombrero Loco (aunque, a veces, puede ser algo cansino)...que no decepcionan y están tal y como hemos podido imaginarlo. El único problema es más de fondo que de forma. Da la impresión que Burton nunca le encuentra el punto a la historia para lograr realizar una película completamente suya a pesar de tener todos los medios del mundo. Y eso repercuta en que tengamos vivir más de hora y media de la fascinación de unas imágenes preciosas y, a veces, fascinantes pero sin ningún golpe especial que creamos que estamos viendo “algo distinto”.

Porque quizá esta película llega demasiado tarde. El Burton más cercano a Eduardo Manostijeras con menos presupuesto y medios hubiera podido cazar mejor lo que quería él y lo que quería Carroll para hacer una gran película. Pero estos no son tiempos de magia. Burton ha accionado el piloto automático para hacer una película más que correcta, entretenida y disfrutable. Pero no para dejarnos con la boca abierta y simplemente con una media sonrisa. Un obra para disfrutar pero no para permanecer.

Lo mejor: los personajes de el País de las Maravillas, en especial mi querido gato de Chesire

Lo peor: que la personalidad de Tim Burton no sobresalga más

. Videojuego barroco y anodino (Desirée de Fez, El Periódico)

. Alicia grande, Alicia pequeña (Scotty, El blog de Scotty)

. Un relativo País de las Maravillas (Carlos Boyero, El País)

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