18 julio 2010

Perfecto equilibrio entre Gainsbourg y Gainsbarre

- Gainsbourg (Vida de héroe) - (Joann Sfar, 2010)


Si tuviera que rellenar uno de esos típicos test que hacen en revistas o periodicos donde te preguntan por tus gustos pondría a Serge Gainsbourg como mi artista favorito, simplemente porque considero que es tan importante para la historia de la música popular como lo puedan ser los Beatles. Por eso era facil salir contento de esta Gainsbourg (Vida de héroe). Y eso que, curiosamente, tenía todos los elementos para hacer una película...mala. A la prodigiosa y talentosa productividad de Gainsbourg se unía una vida llena de polémicas y escándalos que le llevó a relacionarse con muchas celebridades francesas de la época. Con lo cual Joann Sfar podía irse por el camino fácil del biopic y que Gainsbourg (Vida de héroe) se convirtiera en un desfile de estrellas actuales interpretando a estrellas de toda la vida mientras la música de Gainsbourg sonaba de fondo. Por suerte Sfar es alguien inteligente y sabe que todas las biografías son mentiras con lo cual, ¿por qué no contar un hermoso e irreal cuento francés?


Es verdad que Gainsbourg (Vida de héroe) tiene las aristas de todo biopic. La película a veces puede parecer que tiene episodios demasiado sueltos más que un conjunto bien armado y que ,al final, retrata la decadencia de Gainsbourg sin demasiada originalidad. Pero si olvidamos los peajes que tiene que pagar toda persona que se dispone a rodar un biopic nos encontramos con un film disfrutable y con encanto.. La idea de dividir a Gainsbourg en dos, uno más humano con la recreación magnifica Eric Elmosnino (su parecido con el Gainsbourg real en la última parte del film da miedo) y otro diabólico con la caracterización excelente que hacen los chicos de la DDT y Doug Jones, es atractiva y acertada. Gracias a Gainsbourg (Vida de héroe) podemos entender la compleja vida y las acciones de un genio tan (aparentemente) feo como talentoso y seductor. Y seguramente sin quererlo Sfar realiza un perfecto retrato mucho más profundo que otros biopics más acartonados ya que gracias a esta dualidad conocemos a un Gainsbourg dubitativo y acompleja alejado de su tipica imagen de triunfador total. Porque Serge Gainsbourg , un hombre del que nunca se supo donde se quedaba la caricatura y donde empezaba la persona, aquí se convierte en alguien completamente real.


La película funciona como un perfecto reflejo de la cultura y la música de la época. Ya sólo como musical se disfruta. Poder escuchar Le poinçonneur des Lilas o La javanaise (ese baile entre Eric Elmosnino y Anna Mouglalis) de manera tan original es un goce para los que amamos la música de Gainsbourg. Y se disfruta tanto como las apariciones de Boris Vian, France Gall, Brigitte Bardot...  ninguna de manera caprichosa y artificial contando con un excelentes trabajo de casting. Quizá estas virtudes sean el único inconveniente para algunos espectadores ya que los no amantes de la música de Gainsbourg o de la cultura en francesa, en general, puedas quedarse fuera del espectáculo que propone Joann Sfar. Y obviando que al final opta por caminos más convencionales (afortunadamente Sfar tiene el buen gusto de no sacar su encuentro con Wihtney Houston) y se deja ciertas cosas en el camino (la grabación del mítico disco Histoire de Melody Nelson) Gainsbourg (Vida de héroe) es una magnifica película. Un cuento o un cómic que aspira a tomar algo de la imaginación y talento de Serge Gainsbourg. Y, bastantes veces, lo consigue.


Lo mejor: la recreación de un personaje tan complejo como Serge Gainsbourg


Lo peor: no amantes de la música de Gainsbourg o de la cultura francesa pueden quedarse fuera

11 julio 2010

Basura dorada

- The blind side (Un sueño posible) - (John Lee Hancock, 2009)

















The blind side (Un sueño posible) es una película que ha escapado de su destino. Lo más lógico es que este film hubiera sido emitido en una sobremesa de Antena 3, que hubiera contado como protagonista a Melissa Gilbert y que hubiera pasado sin hacer demasiado daño a nadie. Pero The blind side (Un sueño posible) ha sido una niña mala y ambiciosa. Ha querido más de lo que correspondía aunque con eso tuviera que hacer un daño irreparable a quienes han tenido la desgracia de verla. Gracias a sus ambiciones doradas (nominada al Oscar a la mejor película y obteniendo el premio a la mejor actriz para Sandra Bullock) The blind side (Un sueño posible) ha logrado ser estrenada como una película normal y corriente escapando de destino telefilmero. Todo un triunfo para una película que merecía el mayor de los castigos.

The blind side (Un sueño posible) era puro material de derribo que echaba para atrás. Historia de superación racial con todos los tópicos estadounidenses que puedan caber en una película (la familia y Dios como único refugio de salvación, la clase alta bajando al subsuelo de las clases más desfavorecidas...) que simplemente necesitaba algo de dignidad para hacer un producto, por lo menos, tragable. Pero no, The blind side (Un sueño posible) quería víctimas en su lucha. Por eso da la impresión que todos luchan por hacer que la película sea una experiencia que nadie olvidará (para mal claro). El director, John Lee Hancock, rueda de manera vulgar y cutre (esos flashbacks) para que no olvidemos que la esencia del film es de un telefilm. Quizá sea lo único honesto que tenga la película. Para qué rodar bien algo de tan poca calidad. El espectador se queda con una película larguísima (¡128 minutos!) con unos peligrosísimos toques racistas y clasistas donde queda claro que la salvación pasa por aceptar a Dios y el nucleo familiar. Y para salvarte también tienes que ir a una buena universidad, ser un as en los deportes y olvidar tus raíces. Porque The blind side (Un sueño posible) viene a decir que un negro sólo puede ser delincuente o drogadicto...a no ser que una familia samaritana blanca (por supuesto) le pueda salvar. Y el problema no es sólo el mensaje sino lo mal rodado, interpretado y montado que está todo el asunto.

Se supone que si se escribe de The blind side (Un sueño posible) hay que hacerlo de Sandra Bullock y su molesto Oscar. No sé si está bien, regular o mal. Su personaje, supuestamente positivo e ingenioso, se vuelve en irritante, metomentodo y todo un fastidio. Seguramente la culpa la tenga un guión y una historia imposibles ya que Bullock le pone cierto carisma a su trabajo. Pero no basta. Ni basta que aparezca por ahí la siempre estupenda Kathy Bates. El mal ya está hecho. The blind side (Un sueño posible) ha colado como película. Un hecho tan asombroso como su baja calidad.

Lo mejor: la profesionalidad de Kathy Bates

Lo peor: que lo que es un telefilm barato estadounidense haya llegado a las carteleras de medio mundo

. ¿Quién teme a la Sandra Bullock feroz? (Sergi Sánchez, Canal TCM)

"Indignante película que no debería haber salido de los estantes del videoclub y que llega a nuestras pantallas aprovechando el tirón de un Oscar a todas luces absurdo"

. Buenas personas y buenas familias (Julio R. Chico, La mirada de Ulises)

"Estamos ante una película de tantas… pero que no merece tanto desprecio, con personajes que son buenas personas sin necesidad de bajar a los infiernos para después redimirse, y que –de vez en cuando– no está mal que el cine nos recuerde que tales existen en la realidad"

. Pereza (Desirée de Fez, Cine 365)

"Sin parecer más que un telefilme con medios, está filmada con oficio, es menos sensiblera de lo que cabía esperar (no hay ni crestas dramáticas apabullantes ni alardes actorales incómodos) y la interpretación de Bullock no es de Oscar pero tampoco es de juzgado de guardia"

28 junio 2010

Interpretaciones de cine: Richard Widmark, Jean Peters y Thelma Ritter (Manos peligrosas). Gente imperfecta en una película perfecta





En los títulos de crédito de la rotunda obra maestra de Samuel Fuller, Manos peligrosas, podemos observar los tres nombres que inundaran la pantalla durante los apenas ochenta minutos que dura el film. Richard Widmark, Jean Peters y Thelma Ritter. Si Manos peligrosas ha pasado a la historia como una joya del cine negro por la dirección de Fuller su porcentaje de recompensa deberían tenerla estos tres actores que transmiten perfectamente los claroscuros de unos personajes marcados por los bajos fondos.

Un carterista que se juega ir a la cárcel para toda la vida (Widmark), una mujer sin oficio ni beneficio que vive de favores a los demás (Peters) y una confidente que se gana la vida vendiendo información para poder ganar su funeral (Ritter) son los protagonistas de la historia. Y no hay más. Porque tanto los policías como los comunistas son meros comparsas e instrumentos necesarios para hacer avanzar la historia. Los “héroes” de Manos peligrosas son gente que, por circunstancias, ha tenido que vivir en el subsuelo de la suciedad, sobreviviendo en un entorno hostil mientras intentan ejercer el menor daño posible. Por eso nadie puede exigirles que hagan “esfuerzos patrióticos” (por el film que es el macguffin de la película) ya que nadie nunca hizo nada por ellos. Widmark, Peters yRitter ponen corazón, cabeza y rostro humanizando a personajes que son demonizados por una clase alta que sólo acepta los delitos que ellos cometen. Delitos de traje y corbata, a veces, los más repugnantes de todos. Estos personajes te llegan a hacer entender que quizá es mejor confiar en alquien que te puede robar la cartera que en otro que te robará todo el dinero desde la mesa de un despacho.






Widmark nació con el rostro de quien ha vivido mucho en poco tiempo. Por eso a su carterista Skip McCoy sólo se le necesita mirarle los ojos para comprender porque se dedica a robar carteras siempre dentro de su propio código de honor (“Nunca he llevado un arma”, dice). Peters parece que tiene el personaje más complicada. Una mujer poderosamente atractiva que simplemente “hace lo que le dicen” hasta que decide hacer lo que a ella le parece correcto con fatales consecuencias. Igual que Ritter, actriz que se dedicó a robar escenas a las estrellas principales allá donde fuera (La ventana indiscreta, Confidencias a medianoche...) . Vende información de sus “colegas” delincuentes a la policía o (a quien pueda pagar por ella) sabiendo que ellos se lo perdonaran (“sólo se enfadaría si le vendiera barato”, dice Ritter) Su muerte buscando el descanso definitivo pasará a la historia del cine. Los tres son personajes con defectos que han sobrevivido como han podido pero con una característica: el honor. Cuando llega el momento deciden imponer un código personal e intransferible para protegerse entre ellos. No por hacer el bien sino porque saben que entre personajes desclasados sólo cabe unirse ya que nadie va a ayudarles. El honor que no tiene que ver ni con las banderas ni con los himnos sino con las personas que demuestran su verdadera valía en los momentos más duros. Y para mostrar a estos personajes que mezclan el delito, la dureza,, la valentía y, lo repito, el honor, Sam Fuller no pudo encontrar a tres actores mejores que Richard Widmark, Jean Peters y Thelma Ritter. La victoria de los desclasados.

19 junio 2010

Belleza natural

- Air Doll - (Hirokazu Koreeda, 2009)





Nadie sabe, Still walking y ahora Air Doll. A lo tonto y sin que nadie se de cuenta Hirokazu Koreeda se está convirtiendo en un todo un referente a nivel mundial. Su nuevo proyecto venía con la dificultad de tener detrás el peso de una película que se ganó el respeto de todo el mundo como Still Walking. No sé si Air Doll recibirá todos los aplausos de esa obra suya pero debería. Porque estamos ante una de las películas más hermosas de esta temporada.

Una muñeca hinchable toma vida (o como dice ella, “encuentra un corazón”) y se dedica a aprender que eso de estar viva. Lo que en otro se hubiera convertido en una comedia barata o en un drama sinsentido, Koreeda lo transforma en poesía andante y viviente. Pero poesía de la buena, de la verdad. Con un trasfondo duro y real (la película tiene un final tan hermoso como poco complaciente) a pesar de tratarse de una película surrealista. Los personajes con los que se encuentra Nozomia (sobresaliente Doona Bae) se encuentran tan solos y perdidos como lo está ella. Buscando respuestas sobre la vida sólo puede encontrar más interrogantes ya que tener un corazón no significa encontrar respuestas. A través de unas imágenes pausadas, valientes y hermosas, Koreeda, retrata un Japón contemporáneo pero como si estuviera sacado de otro planeta. Eso refuerza la idea de estar viviendo un especie de fabula moderna mientras visionamos Air Doll. La película de Koreeda nos exige abrir bien los ojos, los sentidos y el corazón para poder viajar junto con esa muñeca hinchable (la Air Doll del título) por la búsqueda del corazón humano. Que, como Koreeda, muchos tienen pero no saben utilizarlo del todo. Aunque Air Doll esté protagonizada por una muñeca hinchable tiene más humanidad que muchos películas que podemos ver en la cartelera. Gracias a un ser con una mirada especial y de sensibilidad extrema como Hirokazu Koreeda.

Lo mejor: la serena belleza de sus imágenes

Lo peor: quizá le sobra algún minuto

. Llenándose de vida (Carles Rull, Cinempatía)

"Y es realmente estupenda la interpretación de su protagonista, la coreana Doona Bae, aplicando a sus movimientos una coordinación mecánica, torpe, artificial. Destilando inocencia y a la vez exhibiendo sin pudor su cándida sensualidad."

. Látex existencialista (Óscar Martínez, E . Cartelera)

"Air Doll, por ello, sobretodo en su primera mitad, posee la fuerza habitual de los anteriores trabajos de su director, atrapando a un espectador que queda literalmente absorbido por la irreprochable conjunción de elementos narrativos, visuales y sonoros"

. Respiración y sentimiento (Jordi Costa, El País)

"El tono conquistado por el japonés es la virtud más aparente de un trabajo que atesora no pocos logros y que muchos espectadores, incluso algunos fieles seguidores del cineasta, han recibido con el inmerecido arqueo de ceja de quien no perdona este aparente desvío excéntrico del territorio clásico, vertiente Ozu, de una obra maestra tan rotunda como fue Still Walking"

13 junio 2010

Series de cine: Perdidos. El último (y brillante) truco de feria



Mis verdades sobre Perdidos. Desde que hace años la encontré de casualidad un domingo por la tarde en TVE no me he perdido ni un capítulo. Y mi agradecimiento será eterno porque a pesar de los bandazos que daba jamás me he aburrido viéndola. Sabía que esos cuarenta y algo minutos que duraba cada capítulo me lo iba a pasar bien. Y jamás me han interesado ni osos polares, ni números extraños, ni teorías surrealistas... Y, precisamente por eso, pienso que ha disfrutado Perdidos. Nos encontramos con un prodigio de cómo utilizar la técnica a favor de una narración. Y no tiene nada que ver su holgado presupuesto sino cómo utilizarlo a favor de la serie. Su ambientación, fotografía, montaje, la asombrosa música de Michael Giacchino... todo está predestinado para montar un inteligente espectáculo con un objetivo muy difícil. Entretener. Este año una serie intentó hacer algo parecido. Se llamaba FlashForward y salió una auténtica cutrez. Ese es el gran triunfo de Perdidos y aunque J.J.Abrams dejará la serie pronto su sello permaneció en todas las temporadas (sólo hay que echarle un vistazo a Star Trek y luego a la serie para ver las coincidencias)

Pero apareció un bendito problema para la serie. De repente legiones de nuevos fans se fueron enganchando a ella. ¡Y se la tomaron en serio! En vez de disfrutar de las piruetas visuales o dejarse manipular por un argumento delirante, nuevos fans creyeron que resolviendo las preguntas (obviamente sin respuesta) su vida cobraría un nuevo sentido, que les diría como pagar la hipoteca o les revelaría la fórmula secreta de la Coca Cola (portada en Rockdelux incluida) . Era obvio que esas preguntas y dudas eran cebos para engañar y manipular al personal. Y hubo gente que se los tomó como algo personal en vez de, simplemente, disfrutar. Porque ese estupendo final (quitándole el tono cristiano) es completamente coherente con los que simplemente vimos y una aventura de personajes en Perdidos y todo lo que se ha montado con él (retransmisiones a la seis de la mañana, subtítulos que no iban...) me ha abrumado y, debo reconocer, que me ha resultado incomprensible (respetando mucho a la gente que lo a vivido así, entre los que hay muchos amigos)

Losties que estéis leyendo esto taparos los ojos por lo que vais a leer. Perdidos no es un clásico. Un clásico debe ir un poco más allá y sentirte un afortunado al saber que lo que ves es único y te va a cambiar la vida aunque sea un poquito. Perdidos se ha dedicado a otra cosa que, a veces, es más difícil. En montar un buen espectáculo donde el espectador se sumergiera en una historia incomprensible pero con una gran capacidad de fascinación. Como he dicho los méritos son incontables, la creación de dos fascinantes y grandes personajes (John Locke y Benjamin Linus) por encima de los demás, su perfecto y cuidado trato de todo lo que se hacía sin bajar nunca la guardia (en cuanto a gran show me refiero) y su gran capacidad de fidelización y empatía con el seguidor (algo que se echa en falta en otras series). Son los puntos positivos de un sano espectáculo, manipulador, mentiroso pero siempre divertido y entretenido. ¿Qué ha sido Perdidos? Una serie de aventuras donde un avión tiene un accidente y los pasajeros supervivientes acaban en una isla donde suceden cosas extrañas. Ni más...ni menos

PD. De Perdidos se recordarán muchas cosas pero una de ellas será el final de su (excelente) primera temporada. Uno de los mejores de la historia. Ese plano final con Jack Shepard (Matthew Fox) y John Locke (Terry O’Quinn) será recordado para siempre.

05 junio 2010

Rabia poco contenida

- Rabia - (Sebastián Cordero, 2009)





Rabia cuenta con muchísimos puntos de interés. El argumento que, aunque no exactamente original, sí que es realmente atractivo, un reparto repleto de buenos o excelentes actores y un realizador al que se le nota que sabe lo que hace. O mejor dicho que intuimos lo que quiere hacer. Rabia es una película que pretende ser angustiante y claustrofóbica y, en parte, Cordero lo logra. Porque Rabia es una película realmente incómoda pero quizá esa incomodidad no era lo que buscaba Sebastián Cordero. El principal defecto de la película es que está escrita con demasiados subrayados y un exceso de trazo grueso. El guión no es ágil y las escenas discurren de forma pesada. Cordero confunde, a veces, ser claustrofóbico y provocar tensión en la gente que mira la película con provocar incomodidad. Un estado que hace que, en alguna ocasión del metraje, pierdas interés en Rabia.

El guión es poco sutil y cuando pretende serlo es incompleto. Ahí el excelente reparto se lleva gran parte del mérito. Concha Velasco está brillante y por encima de un personaje, a veces, un poco acartonado. Martina García, Gustavo Sánchez Parra y Àlex Brendhemül cumplen con talento la labor de defensa de los personajes. Con otros personajes la película hubiera estado en peligro. Eso sí el talento de Cordero está fuera de duda. En muchas ocasiones su forma de tratar el cautiverio del protagonista en contraposición de la vida en la casa es brillante. Momentos como la vida del personaje de Sánchez Parra para sobrevivir a la fumigación está tratado con muco talento. Otra cosa son los subrayados antes mencionados. La metáfora de la situación del inmigrante en España, los superficiales intentos de narrar la vida de esa familia de clase alta y sus traumas y algún personaje prescindible (¿Fernando Tielve era necesario?) Muchos subrayados en una película que sólo requería un ejercicio de estilo. Realizado por un director al que se le nota talento como Sebastián Cordero.

Lo mejor: Concha Velasco y algunos momentos con una atmósfera opresiva bien conseguida

Lo peor: algunos momentos de trazo grueso

. El fantasma del caserón (Julio R. Chico, La mirada de Úlises)

"Aunque la trama romántica es asfixiada por el trabajo de ambientación, funciona como drama de un amor entre inmigrantes que vienen a ser polos opuestos ante la discriminación, él agresivo y lleno de rabia, ella delicada y paciente"

. Historia de fantasmas de carne y hueso (Julio Vallejo, Pasión por el cine)

"Sebastián Cordero consigue en todo momento ganarse la atención del espectador, gracias a la captación del ambiente enrarecido y una excelente dirección de actores"

. Rabia, el decorat abans que els personatges
(Quim Casas, El Periódico)

"És un film de plantejament interessant que s’estira més del que convindria anul·lant, precisament, allò que més prometia, un clima asfixiant conformat per una sèrie de personatges que es mouen en els diferents nivells de l’enorme casa, una construcció gairebé anacrònica en el paisatge urbà dels nostres dies"

29 mayo 2010

Agradecimientos y despedidas de la temporada 2009 / 10



Perdidos me gusta. Me parece técnicamente un prodigio además la he visto desde sus comienzos en TVE, que no me he perdido ni un capítulo pero sin compartir la pasión ultra que circula por radios, redes y otros círculos. Por una cuestión que me ha puesto nervioso siempre. Se lleva hablando del final de Perdidos desde la tercera temporada dándole poca (o ninguna) importancia a lo que pasaba por la mitad del trayecto. Y esto me recuerda a que lo importante es el camino no la llegada. Pues el final de la serie norteamericana me evoca al final de Vivir Rodando. El programa ha ido caminando con los pasos de quien sabe que su vida puede estar llegando a su fin (aunque parece que no será asi) . Una tercera temporada llena de clásicos y novedades que con el tiempo serán clásicos.

Begoña Ivars nos llevó a un mundo lleno de intrigas y sospechas. Al mundo de Alfred Hitchcock. Después de ese programa podremos desentrañar toda la complejidad de la obra del maestro británico.

Daniel Diaz y Elizabeth Aribau son unos suicidas...unos suicidas maravillosos. A estas alturas de la película quisieron crear una revista / agenda (en digital y en papel) sobre la vida cultural en Alicante. La aventura se llama La Kuriosa y la cosa pinta muy bien. Un trabajo sólo para románticos que saben saltar sin red. Para los mejores.

No puedo negar que Jordi Costa es una debilidad. Me encantaba cuando empezaba a leerle en fotogramas y veía como le ponía la máxima nota a películas denostadas por la critica. Y luego descubrí la inteligencia, humor y el doble sentido que tenían sus textos. Por eso tenerle hablando sobre su cómic (realizado junto a Dario Adanti) Mis problemas con Amenábar con su habitual inteligencia fue algo realmente especial.

Eduard Aguilar utiliza la inteligencia y talento en su programa Tinta Sonora. Vivir Rodando la “robó” para hablar de Joseph L. Mankiewicz. Nadie mejor que él para hablar de uno de los mayores genios literarios / cinematográficos de la historia del cine. Pero lo mejor de Eduard es que bajo su paciencia de gran lector intelectual se esconde una de las personas más divertidas y vitalistas que he conocido en mi vida. Todo el mundo necesitaría un Eduard Aguilar en su vida para alejar nubarrones futuros. Una de las grandes revelaciones.

A José Carlos Lledó y Patricio Vidal también se les puede etiquetar de “gran revelación” Con ellos he compartido entre comida y cervezas conversaciones (fuera de micro) sobre temas como Pasolini, The Velvet Underground o Tarantino. Lógico ficharles para Vivir Rodando es más en un tema tan apasionante (y propio de ellos) como La Trilogía del Dólar. Análisis pasional sobre un oeste distinto. Tan distinto y necesario como son José Carlos y Patricio.

Miguel Carvajal debe andar ahora por las aceras neoyorquinas. Podemos pensar que es algo tan norteamericano como los son las películas de John Ford. ¿O no? En realidad son universales. Algo que puedes comprobar si escuchas el programa donde Miguel habla sobre el genial director. Miguel Carvajal nos llevo a imágenes míticas y horizontes lejanos a unos films que nos pertenecen a todos y no sólo a amantes del oeste más clásico. Lo hizo con una mezcla de pasión y rigor periodístico. Como se debería informar en estos tiempos.

Nacho Gonzalo y Antonio Sempere son mis “sospechosos habituales”. Saben que cuando llegue una fecha iré a molestarles para que colaboren en Vivir Rodando. Uno con los Oscars y otro con lo mejor del año. Me aprovechó de su labia ordenada y brillante y su capacidad para el análisis. Y no fallan nunca. Unos clásicos entre los clásicos. Clásicos imprescindibles, claro.

Fernando Miró es un tipo extremo y pasional. Como son los amantes de la creación. Defiende sus posturas como si le fuera la vida con ello. Porque nuestro estimado Miró es como el cine. Lleva dentro toda la pasión que puede tener la vida y el arte. En Vivir Rodando pudo hablar de dos de sus pasiones, el cómic y el cine y como confluyen entre si. Entendimos que son dos artes necesarios para cualquier amante del arte. Y si llegamos a poner una canción de The Velvet Underground en el programa su pasional locura hubiera sido mítica. Otro punto a favor suyo fue que trajo de la mano a un inteligente cubano llamado Pavel Quincoces para hablar de cine negro.

Ángeles Gómez analizó un no-clásico como La iniciación. Con humor, locura y surrealismo. Obvio. Si traes a alguien tan especial a tu programa sólo puedes tener un programa especial. Ella es el fin de la obviedad. Diversión, ternura, locura, radio... Si no existiera sería imprescindible inventarla para que este mundo tuviera algo de sentido.

Como siempre Vivir Rodando ha tenido la compañía de auténticos genios de los cuales aprender. Mención especial merece Y si no, nos enfadamos que finaliza / muere este año. Un abrazo para Ángeles Gómez, Roberto Pascual, Gema Osuna, Mónica García-Abad, Estefanía Carrasco, Lourdes Rocamora, Clotilde Ferrándiz, Lucia Gregorio y Aarón Navarro. Son los mejores y no es una frase hecha. Y si no, nos enfadamos no tiene cabida en ninguna radio. Lo cual me hace pensar que mal está la radio. Y luego está la llamada clase alta: José Carlos Lledó y Patricio Vidal (El bueno, el feo y el malo), Cristóbal Osete (Austramática), Ángel Blasco y Luis Fernández Bonilla (El quinto cuarto), Eduard Aguilar (Tinta Sonora), Antonio Chaves, Fran Martinez, Pablo Alcolea y Diana Navarro (UMH Inside), C.J. Navas, Jorge Navas y Don Carlos Navas (Fuera de Series), Fernando Miró y Rafa Simons (QPH?), Silvia Muñoz, Chuse Congost y Marco Martínez (Premiere), Susi Niñoles, Pablo Peris y Cecilia Scianca (Ilicitanos por el mundo), Virginia Mendoza y Silvia López (Blacksheep), Pablo Poveda (Rompepistas), Ángeles Gómez y Sonia Montins (El turismo es un gran invento), Ximo Matarredona (Mestizaje UMH), Maria Amparo Calabuig y Ferran Perelló (Derribando muros), Gregorio Fernández (Clave de Do en Tercera), Manuel Sánchez (Tú, yo y los microbios)... Un lujo.

Pero el verdadero lujo estaba en el personal de la radio. Encabezado por mis míticos compañeros / amigos Rosana Bas, Unai Álvarez (mi némesis favorito) y Antonio Chaves. Con mención especial para mi querida Marta Saiz que buscará otras aventuras en tierras andaluzas; una persona con una sonrisa constante en su rostro que te hacía la vida un poco mejor. Y por último para la persona que es la Radio UMH. Dicen que nadie es imprescindible. Mentira. Sin Eva Corbalán no hay Radio UMH. Y debería ser como los grandes futbolistas y tener miles de millones en una necesaria cláusula de rescisión. Una gigante.

Pedir perdón a los que no pudieron (por falta de tiempo que no de ganas) entrar esta temporada en Vivir Rodando. Habrá más oportunidades. Seguimos hablando, pensando y viviendo el cine en el blog. Porque la tercera temporada radiofónica de Vivir Rodando ha llegado a su fin. Chan-Chan.

22 mayo 2010

Una perfecta y hermosa anomalía

- Two lovers - (James Gray, 2008)





Disfruté de Two lovers tras la visión unas horas antes de un capítulo de la serie Mad Men. No ha podida haber una mejor y más feliz coincidencia. Ni la película de James Gray ni la serie creada por Matthew Weiner aspiran a ser las obras más originales del mundo. Y ellas dos son unas auténticas obras maestras cada uno en su genero y especie. Porque son dos obras extrañas, sensibles y especiales que para ser degustadas necesitan que el espectador esté en un estado reposado y que sepa mirar. Mucho y bien. Por esas razones Two lovers ha tardado dos años en ser estrenada. Todo el mundo sabe que los gerifantes y mandamases (sea de la empresa que sea) destacan por su falta de sensibilidad, tacto y ceguera. Porque para captar la tristeza bella, inmensa y eterna, que tiene Two lovers se necesita quitarse las careta antes de entrar al cine. Ir a corazón abierto.

Un hombre (el mejor Joaquin Phoenix de su carrera) tiene que optar entre la coherencia y la razón (gran descubrimiento de Vinessa Shaw) y la obsesión y la pasión (excelente también Gwyneth Paltrow). Hasta aquí nada nuevo. Lo grandioso de Two lovers es como James Gray narra toda esta historia. Su principal objetivo es que empatizar con un personaje torturado y destrozado por dentro como es Leonard a pesar de sus acciones que, a veces, pueden ser contrarias con lo que haríamos nosotros. Pero Two lovers no va de sentimientos forzados, James Gray rueda la sensibilidad en su grado máximo. En resumen, Gray se acerca al amor puro como pocos creadores lo han hecho. El prodigioso estilo visual que James Gray utilizaba antes para rodar la violencia aquí lo emplea para definir el amor que es una cosa que no se sabe muy bien que es. Y todo sin subrayados ni emociones artificiales de más. La locura emocional de Leonard es algo con lo que cualquier persona nos podemos identificar.

Para hablar de la película Two lovers necesitaríamos crear otro blog aparte. Esas planos sinuosos y elegantes, esos primeros planos que se hacen cuando hay que hacerlos (algo que pocos saben hacer) y algunos momentos para nuestra memoria colectiva (los guantes en la playa, la despedida de Leonard y su madre...) ¿Two lovers es gran película? Decir que sí es muy simplista. La película de James Gray es otra cosa, juega en otra liga. Simplemente, Two lovers no es de este mundo.

Lo mejor: la mezcla de belleza y tristeza que inunda toda la película. Además de un soberbio Joaquin Phoenix

Lo peor: que una obra maestra tarde en estrenarse dos años significa que el mundo no va bien

. Two lovers, esto es la melancolía (Sergi Sánchez, Canal TCM)

"Es muy hermosa la manera en que Gray retrata el universo familiar del protagonista, tan acogedor como peligroso, hermético en sus códigos de protección y compromiso"

. El gran James Gray (Javier Ocaña, El País)

"Una visión del amor tan poco convencional que abre la posibilidad de que el conformismo del segundo plato no sea en realidad una visión fatalista de la existencia, sino una muestra de que se puede amar a dos personas a un tiempo"

. Vértigos (y desamores) persecutorios (José David Cáceres Tapia, Miradas de cine)

"Superados los miedos con esta premisa argumental (cada cual los suyos) y las dudas respecto al abandono del thriller como base genérica, Two Lovers se erige como una vuelta de tuerca (o puede que dos) a los temas y figuras de Gray, resuelto con la riqueza expositiva conocida y una gama de matices amplificada"

15 mayo 2010

Finales de cine: Los pájaros. Apocalypse now



El ruido es una de las cosas que más tensión produce en Los pájaros de Alfred Hitchcock. Los ataques de estos animales están perfectamente orquestados y resultan, a día de hoy, de una precisión técnica envidiable. Pero lo que da miedo es cuando los animales no están y sólo se les oye. En la parte final de Los pájaros hay un ataque a la casa donde se resguardan Tippi Hedren, Rod Taylor, Jessica Tandy y Veronica Cartwright. Prácticamente no se ve ningún pájaro y sólo se oyen el desagradable sonido de sus graznidos. Espeluznante. Y detrás de todo eso sólo podía estar la brillante mente de Bernard Hermann. Pero todo cambia en el final de la película. No hay ni ruido, no hay graznidos... con lo cual podríamos entender que el terror ha pasado. Y no es asi. Porque Hitchcock rueda simple y llanamente el fin del mundo. Porque en el fin del mundo no habrá ni gritos ni violencia, eso lo dejamos para los prolegómenos. El fin será un espeluznante desierto de silencio y soledad.

En el final de esta obra maestra brutal y metafórica ni se atrapa al villano ni el bueno se lleva la chica. El mal gana pero sin obviedades ni subrayados. Todo con tranquilidad y, como he dicho antes, silencio. La perversión de Hitchcock en el final es modélica. Los cuatro protagonistas pasean con movimientos pausados por un camino lleno de pájaros inmóviles pero con sed de sangre. Logran su primer objetivo, llegar al coche sanos y salvos. Después logran el segundo objetivo, lograr arrancar el coche e huir de la casa. Y ya no hay más información. Sólo un detalle, los graznidos vuelven a sonar. ¿Final feliz? Claro que sí, los protagonistas han logrado salvar la vida. Repetimos, ¿final feliz? Claro que no, porque Hedren, Taylor, Tandy y Cartwright sólo pueden estar felices de sobrevivir un día pero su final (como el de toda la humanidad) puede llegar cualquier día. Y el de todos. Porque Hitchcock no nos cuenta la historia en Los pájaros de unas personas que sobreviven al ataque de unas aves. Nos cuenta la historia de unos personajes que sobreviven unos días al fin del mundo. La esperanza se deja para otra película u otra historia .Aquí no tiene cabida.

01 mayo 2010

Programa Vivir Rodando 22 Abril 10





A su manera Sergio Leone cambió la historia del cine. Cogió el género más clásico de todos (el westen) y le dio la vuelta convirtiéndolo es una sucesión fascinante de imágenes de violencia, humor y mucho cine. La Trilogía del Dólar y el spaghetti western supone una parada indispensable en la historia del cine y para explicarnos lo importante que fue Vivir Rodando recluta a dos grandes, José Carlos Lledo y Patricio Vidal (creadores del programa de culto “El bueno, el feo y el malo”). Un western diferente en Vivir Rodando.

Para escuchar o descargar el programa pinchad en:

. Programa Vivir Rodando 22 Abril 10 (Especial La Trilogía del Dolar / Spaghetti Western)

22 abril 2010

Tim Burton a la sombra de Lewis Carroll

- Alicia en el País de las Maravillas - (Tim Burton, 2010)





Si a un niño no se le castiga cuando hace algo malo acaba creyendo que lo que ha hecho está bien y habrá posibilidades de que repita esa acción. Cuando Tim Burton dirigió la insípida (y única mala película del director) El planeta de los simios el problema fue su gran éxito de taquilla. Tanto dinero junto legitimó en cierta manera el hacer del director y quizá algo cambió en Burton. Porque hace unos años si nos hubiéramos enterado que Tim Burton iba a idrgir las adaptaciones al cine de las obras emblemáticas de Roald Dahl (Charlie y la fábrica de chocolate) y Lewis Carroll (Alicia en el País de las Maravillas) medio mundo hubiera dado palmas con las orejas. Pero los tiempos cambiaron con el éxito de El planeta de los simios.

Porque de que de la adaptación de Tim Burton del universo Carroll saliera una mala película es algo imposible. Alicia en el País de las Maravillas tiene los ambientes, la fauna y los personajes. Están allí son reconocibles y fascinan tanto como con la lectura de los libros o con la visión de la película de Disney. Burton sabe a que juega y lo hace con gran precisión. Ver el cuento de Alicia en pantalla grande con alguien con buen gusto para las narraciones extraordinarias es algo que no se puede desdeñar. El único problema es que da la sensación que a Lewis Carroll se lo ha comido Tim Burton ya que podemos ver la obra del escritor pero cuesta más descubrir la del director. Cuanto más avanza la película cuesta más ver la diferencia entre una gran película de autor y un telefilm de lujo de una gran cadena (de lujo si pero telefilm al fin y al cabo). Porque no puede haber ninguna queja con el gato de Chesire, el Conejo Blanco, el Sombrero Loco (aunque, a veces, puede ser algo cansino)...que no decepcionan y están tal y como hemos podido imaginarlo. El único problema es más de fondo que de forma. Da la impresión que Burton nunca le encuentra el punto a la historia para lograr realizar una película completamente suya a pesar de tener todos los medios del mundo. Y eso repercuta en que tengamos vivir más de hora y media de la fascinación de unas imágenes preciosas y, a veces, fascinantes pero sin ningún golpe especial que creamos que estamos viendo “algo distinto”.

Porque quizá esta película llega demasiado tarde. El Burton más cercano a Eduardo Manostijeras con menos presupuesto y medios hubiera podido cazar mejor lo que quería él y lo que quería Carroll para hacer una gran película. Pero estos no son tiempos de magia. Burton ha accionado el piloto automático para hacer una película más que correcta, entretenida y disfrutable. Pero no para dejarnos con la boca abierta y simplemente con una media sonrisa. Un obra para disfrutar pero no para permanecer.

Lo mejor: los personajes de el País de las Maravillas, en especial mi querido gato de Chesire

Lo peor: que la personalidad de Tim Burton no sobresalga más

. Videojuego barroco y anodino (Desirée de Fez, El Periódico)

. Alicia grande, Alicia pequeña (Scotty, El blog de Scotty)

. Un relativo País de las Maravillas (Carlos Boyero, El País)

17 abril 2010

Series de cine: El ala oeste de la Casa Blanca. La métrica del poder



Al revés que en el cine en la series el termino autor es poco utilizado. Aunque esa tendencia está cambiando, el menudo de la televisión siempre ha dado la imagen de ir pasos atrás que otros artes como el cine y la pintura. Y en realidad es algo bastante injusto porque, por poner un ejemplo, Valerio Lazarov podía ser considerado un autor independientemente que gustara más o menos lo que hacia. Pero si alguien puede ser considerado un verdadero autor dentro de la televisión es Aaron Sorkin. El guionista y dramaturgo creo y elaboro una de las obras cumbres de la historia de la televisión, El ala oeste de la Casablanca. Y el termino crear nunca tuvo tanto sentido ya que escribió desde la primera a la última letra de los guiones de la serie, controlando cada coma y el ritmo de cada frase. Lo hizo hasta que el estrés y las drogas tuvieron que dejar la serie en otras (y sabias manos) en sus últimas temporadas. Y la verdad es que aunque ese control no iría bien para su salud sí lo hizo para El ala oeste de la Casablanca ya que estamos antes una de las ficciones más apasionantes y mejor escritas jamás vistas en televisión o en cine

Porque El ala oeste de la Casablanca es lo que indica el título ni más ni menos. La vida diaria en el lugar de trabajo del hombre más poderoso del mundo. Pero la gracia de todo esto es que no se centraba en la vida y milagros del presidente de Estados Unidos. Es más, aquí este personaje (interpretado por Martin Sheen) es un secundario de lujo. Sorkin se centra en los personas que realmente dominan el mundo (aparte de los grandes empresarios), los que rodean al presidente, sus consejeros, los trabajadores de este ala oeste. Y la serie no pretende ni magnificar ni empequeñecer la historia, aquí lo que importa es el día a día de estos trabajadores, y si la trama es la aprobación de una ley sobre impuestos en el Congreso, ese es el argumento. Pero la clave está en cómo contar las cosas y en eso Sorkin es un maestro. Unos diálogos largos y de ritmo infernal (esos duelos Janel Moloney contra Bradley Whitford de las primeras temporadas) hacían que hasta el más mínimo detalle de la serie resultara apasionante. Es más, el peligro de sentirte acomplejado ante tal nivel de inteligencia que ves en pantalla es alto.



Los diálogos de Shakespeare necesitaban grandes actores para recitarlos. Lo mismo sucede en El ala oeste de la Casablanca. El gran nivel dialéctico sólo podía contar con un reparto de altura. Y estamos ante una de las mayores exhibiciones actorales que se hayan podido ver. De la serie, que no tenia un protagonista claro, destacaba ese quinteto de la muerte formado por Allison Janney (¿alguien me va a vender que Meryl Streep es mejor actriz que ella? Entonces, ¿por qué no es una superestrella con veinte nominaciones al Oscar?), Richard Schiff (cuantas cosas podía decir con apenas un par de gestos), John Spencer (descanse en paz, maestro), Bradley Whitford y Rob Lowe. Aunque la serie contó con grandísimos actores ese quinteto estableció una química que sintieras cercanos a esos hombres tan poderosos.

Con la baja de Sorkin siempre se ha dicho que la serie bajo de calidad cuando quedo en manos de John Wells. Lo siento pero no es mi opinión. Las cinco temporadas de la serie son de matricula de honor dejando un cum laude para la séptima. Va de un joven congresista hispano (Jimmy Smits, soberbio) que intenta convertirse en presidente de los Estados Unidos venciendo a un veterano republicano (Alan Alda, más soberbio todavía) y con un programa electoral arriesgado con un plan de educación revolucionario. ¿Suena de algo? A lo mejor si cambiamos las palabras negro por hispano, al veterano republicano le ponemos el rostro de John McCain y en vez de plan de educación sea de sanidad obtengamos algo que nos resulte familiar. Otro de los motivos de la grandeza de El ala oeste de la Casablanca. No sólo hacer de la realidad algo apasionante sino ejercer de pitoniso del futuro. Otro motivo más aunque sí hubiera que escribirlos todos acabaría siendo un documento tan largo como la constitución estadounidense. Sólo hay que decir, gracias señor Sorkin. Autor Sorkin, mejor dicho.

03 abril 2010

El cine que viene: Habitación en Roma. Me viene a la cabeza...



Cuando era pequeño y ponían una película en televisión sabía perfectamente si estaba ante una producción estadounidense, europea y española. Y no por detalles tan intelectuales como su factura o la fotografía. Ni era ni soy tan listo. Para mí estaba ante una película española (o europea) si había algún desnudo por mínimo que fuera. Es algo que se intuye si se empieza a ver cine. Los europeos somos más alegres en cuanto a desnudar a nuestros actrices y actores. Los norteamericanos, en cambio, lo son para asesinar o destripar a gente. Cuestión de moral, ética, educación o, simplemente, gusto. Dicho esto, la coletilla, “el cine español sólo sabe sacar tetas y culos” siempre me ha parecido de una simpleza total. Que un film tenga o no tenga desnudos no la convierte ni en mejor ni en peor película. Esto viene a colación porque Julio Medem estrenará en el Festival de Málaga la esperada (y para muchos ya juzgada) Habitación en Roma. No voy a contar mucho más del film que ya se sepa, remake de la chilena En la cama narra la apasionada noche de sexo que viven Elena Anaya y Natasha Yavorenko en la habitación de un hotel en Roma. A la película ya se le ha juzgado (para bien o para mal) solamente por unas cuantas imágenes o trailers. Yo no estoy capacitado para hablar ni mal ni bien puesto que no la he visto pero como toda buena polémica que va a hacer correr ríos de tinta creo que es bueno compartir las ideas o preguntas que se me vienen a la cabeza.



. Su mayor o menor cantidad de sexo, ¿la hace una película desdeñable? ¿Dónde están grandes películas como El último tango en Paris, Soñadores o Instinto básico?

. Esas preguntas me llevan a otra. ¿Estamos en el 2010 o en el siglo XIII? ¿Asusta el sexo?

.¿Por qué el cambio de sexo en la pareja protagonista? La pareja heterosexual de la chilena pasa a ser una pareja lesbiana. Cualquier malpensado podría pensar en un giro pensando en algo comercial que arrastre al público más masculino...o incluso adolescente

. Porque claro con una pareja heterosexual hubiera suscitado el mismo interés...¿no?

. ¿Alguien tan, tan original como Medem (para sus fans para bien, para sus detractores para mal) necesitaba hacer un remake?

. ¿En cuanto ha influido el tremendo fracaso de Caótica Ana para que Medem se pusiera manos a la obra con un proyecto tan personal?

. La gente que ha visto Habitación en Roma habla maravillas de las interpretaciones de Elena Anaya y Natasha Yavorenko ¿Se podrá juzgar su interpretación con toda la honestidad posible sin pensar en otras virtudes? Incluyo premios, nominaciones...

. El sexo es una constante en toda la filmografía de Medem. Entonces, ¿a qué viene el escándalo qué está provocando Habitación en Roma?

. Sabiendo que es una película sobre dos personas en un ámbito cerrado. ¿Es Habitación en Roma una película con ambiciones comerciales? (vale, yo también odio esa palabra) ¿Qué la hace tan apetecible?¿Sólo los desnudos? (me remito a la primera reflexión)

. Gente que no ha visto ninguna película de Medem o que rechaza visceralmente el trabajo del director...¿irá a verla?

. Hace unos meses saltó a la palestra un trailer de Habitación en Roma en Internet que no tenía el permiso del director. Medem pudo retirarlo porque según él “no representaba el espitiru del film y sólo buscaba el morbo”. Aunque comparto que un montaje puede manipular una verdad, las imágenes son las que son y la expectación saltó gracias a ese trailer...

. ¿Quién será el primero que defina Habitación en Roma como porno?

. Y finalmente, ¿en serio una película como Habitación en Roma es tan polémica?

Si interesa verla. Si no interesa no verla. Quien espere otra cosa que no sea una película puede llevarse un buen chasco.

27 marzo 2010

Ese extraño elemento llamado Emilio Aragón

-Pájaros de papel - (Emilio Aragón, 2010)





Cuidado con Emilio Aragón. Intentar definir en un par de adjetivos al ex payaso y ex showman sería peligroso. Aragón es un tipo capaz de apadrinar un libro para niños escrito por alguien tan siniestro como Ana Botella y, a la vez, presidir la cadena televisiva más izquierdista de todas las que pululan por nuestro país. Un personaje capaz de enfrentarse con la cadena que le dio la fama absoluta (Telecinco) y a la que dio grandes cantidades de éxito. Cuidado. Y ahora se pasa al cine con una película de posguerra, sobre cómicos españoles y ¡con niño huérfano! Y a todo hijo de vecino le saltan las alarmas porque esta huele a momentos lacrimógenos, trampas en el camino y momentos que pueden rozar lo ridículo. Y no nos engañemos, Pájaros de papel tiene todo de eso. Pero el gran mérito de la película es como nos tragamos sus dos horitas como si nada. Reconozcámoslo, Pájaros de papel es un triunfo de Emilio Aragón.

Porque en esta amalgama de sentimientos (algunos bien trabajados, otros menos), excesos y trampas hay que destacar el buen trabajo de Aragón tras la cámara. Donde otro habría hecho un rancio espectáculo de cartón piedra, Aragón construye una película sólida y muy bien realizada técnicamente. La gran virtud del presidente de La Sexta ha sido saber esperar, empaparse de conocimientos y convivir con gente de talento para realizar su debut cinematográfico. Y la paciencia en este mundo es una virtud que hay que aplaudir. Porque quizá Pájaros de papel hace años hubiera sido un horror de película. Aragón ha aprendido lo suficiente para saber manejar un material inflamable sin quemarse (del todo)

Ni me gustan esos villanos esquemáticos, ni ese final con Miliki (llamadme insensible) ni detallitos como que la música acabe siendo un recurso machacón. Pero la realidad es que no he mirado el reloj viendo Pájaros de papel y Aragón ha sabido que un escéptico crea. No totalmente ni a ciegas pero sí en parte gracias a que detrás de la cámara había un tipo que creía en lo que hacia. Un film imposible que camina sin red por una cuerda de alambre...y que nunca llega a caerse. Como un buen equilibrista de los quizá veía Emilio Aragón en el circo. Y de los que ha aprendido la lección. Saber llegar al final del trayecto sin mirar al vacío sabiendo que lo que haces es una locura y puede acabar mal. Se nota que Aragón aprendió las lecciones del circo.

Lo mejor:
su sólido empaque

Lo peor: al final no hay sorpresas y tiene los momentos lacrimógenos excesivos que todos temíamos

. Cómicos en la postguerra (Scotty, El blog de Scotty)

. Papiroflexia del corazón (Jordi Costa, El País)

. La lágrima fácil (Beatriz Maldivia, Blog de cine)

19 marzo 2010

Psique militar

- Los hombres que miraban fijamente a las cabras - (Grant Heslov, 2009)





Sátira y militar son dos palabras que deberían ir siempre unidas. Los estamentos militares (como otras asuntos como la monarquía) es algo que en pleno siglo XXI resulta absurdo, incoherente y anacrónico. Pero todos conocemos que es algo tan fuerte como una roca que nunca podrá desaparecer de la sociedad en que vivimos. Pues ese absurdo hace que reírse de ello sea el único camino para conocer bien todo lo referente a las actividades militares que se suceden diariamente en el mundo entero. Por ello hay que sonreír ante la posibilidad de que Los hombres que miraban fijamente a las cabras se haya fijado en las pruebas mentales que el ejercito estadounidense realiza desde hace años para construir una historia tan absurda como cierta. Porque, como casi todos sabemos, el Pentágono norteamericano derrocha millones y millones de dólares en pruebas absurdas como juegos mentales o ejercicios que suelen rozar el surrealismo.

Por eso la ironía (o muchas veces cachondeo) que hay en Los hombres que miraban fijamente a las cabras es tan bien recibida. Y debemos aplaudir que nombres tan potentes como George Clooney, Ewan McGregor, Jeff Bridges y Kevin Spacey se hayan atrevido a enrolarse en una película cuyo uno de sus ejes poner en tela de juicio algunas “estrafalarias” actividades de una institución tan discutible. O por lo menos esa es una de sus intenciones. La película transcurre de manera tranquila y con un guión bastante inteligente en el viaje por Irak que emprenden los personajes de Clooney y McGregor. El problema es que parece que Grant Heslov tiene demasiado respeto por la institución porque no acaba de soltarse y aleja cualquier tipo de locura a la historia. Comprendemos mejor las intenciones del director con los estupendos flashbacks que tiene como protagonista a la mejor interpretación del lujoso reparto, Jeff Bridges. Con las lecciones del hippie Bill Django, Los hombres que miraban fijamente a las cabras encuentra su punto de locura y sátira que el film pide a gritos. Un ejemplo es ver a Clooney soltando a su verdadero yo gracias a las lecciones de baile de Bridges que se convierte en uno de los grandes momentos del film.

Ironía placida. Así se podría definir a Los hombres que miraban fijamente a las cabras. Un buen guión, grandes actores y una buena historia a la que lamentablemente le falta algo más de caos y locura para transmitir todo lo que no quiere decir el film. Esa anarquía llega en una parte final del film donde cabras y hombres se juntan en un peculiar mensaje de libertad, militares y LSD que hace que acabemos con una sonrisa una película cuyas intenciones hay que comprenderlas más que verlas.

Lo mejor: las lecciones psíquicas de Jeff Bridges

Lo peor: le falta algo de locura

. Mentalisme i autopàrodia (Quim Casas, El Periódico)

. El pelotón chiflado de los Jedi (El cinéfago, Cinéfagos anonimos)

. La guerra de las galaxias, o casi (Ana Sánchez de la Nieta, Fila Siete)

09 marzo 2010

Defensa

- Un profeta - (Jacques Audiard, 2009)





A los que no habitamos en ese país tan amado y odiado llamado Francia se nos vende una imagen especifica de ese lugar a veces equivocada. Glamour, intelectualidad y finura es la marca made in France que intentan que compremos. Pero las noticias (que, a veces, es otra forma de ficción) nos trasladan a la Francia de los conflictos raciales, la difícil convivencia y la violencia. Por eso para mostrarnos esta realidad tenemos que irnos a un microcosmos particular como puede ser una cárcel. En esta ocasión, la cárcel de Un profeta.

La película de Jacques Audiard es toda una metáfora en si misma de cómo un extranjero sin cultura ni (aparente) inteligencia consigue sobrevivir en un entorno hostil a base de las lecciones de la vida. En esta ocasión la cárcel es un reflejo de lo que puede ser una sociedad cualquiera repleta de peligros y donde sobrevivir puede ser una cuestión de instintos, sagacidad y suerte. Un profeta funciona como un perfecto reloj de dos horas y media con un ritmo que no desfallece ni un solo minuto. Muchos directores norteamericanos llamados “artesanos del espectáculo” deberían aprender de Un profeta para saber construir una historia que no aburre en ningun momento. Pero Audiard es un tipo listo porque sabe que no sólo de ritmo narrativo vive el hombre (cinéfilo). Un profeta se convierte en el ejemplo perfecto de que una buena película se puede trabajar teniendo los elementos idóneos. Lo más destacable es la gran interpretación de Tahar Rahim que apareciendo prácticamente en todos los segundos del film sabe como hacer evolucionar su personaje que pasa de tener miedo y ser ignorante a ser poderoso y con fuerza. Y todo ello con una economía gestual encomiable. Y luego están las magnificas aportaciones secundarias de Niels Arestrup o Adel Bencherif, la utilización de la música de Alexandre Desplat o un guión de hierro escrito por Thomas Bidegain y el propio Audiard. Con cada cosa en su sitio se logra una estructura casi sin fisuras.

Un profeta es cine negro, en la mejor tradición del polar francés del cual Jacques Audiard se ha convertido en el gran heredero. También es cine social que habla sobre las raíces de cada persona que, al final, acaban siendo algo vital en nuestra vida sea como sea ésta. Pero lo que acaba siendo Un profeta es una película sobre el ser humano y sus límites (o falta de ellos) cuando se trata de sobrevivir. Al final sea lo miserable que sea tu vida de lo que va esto es de llegar al final y es lo que enseña Un profeta. Un (supuesto) cordero sobreviviendo en un manada de lobos. Y no hace estar en una carcel francesa para tener esa sensación de intentar sobrevivir. Por eso, Un profeta acaba siendo una gran película educativa.

Lo mejor: el "profeta" Tahar Rahim

Lo peor: algunas imagenes metafóricas pueden chocar con el resto de la película

. La mala educación (Jordi Costa, El País)

. Dos profetas. Y a uno de ellos vale la pena seguirle (Rafa Martín, Las horas perdidas)

. La cárcel como escuela y trampolín (Oti Rodríguez Marchante, ABC)

04 marzo 2010

Programa Vivir Rodando 4 Marzo 10





Julio César, La huella, Eva al desnudo, El día de los tramposos, Ellos y ellas, Carta a tres esposas...todas estas películas (y algunas más) tenían un denominador común, la brillantez de sus palabras. Algunas de ellas escritas en palabras de otros pero cuyo director tenía la virtud de hacer suyas. Un director, un genio, un maestro, Joseph L. Mankiewicz. Y para hablar con alguien que dominaba tan bien la palabra necesitábamos a alguien de su altura. Vivir Rodando cuenta con el lujo de tener a Eduard Aguilar (creador de Tinta Sonora) nos lleva y analiza el complejo pero genial mundo Mankiewicz.

Si quieres escuchar o desgargar el programa pincha en:

. Programa Vivir Rodando 4 Marzo 10 (Especial Joseph L. Mankiewicz)

02 marzo 2010

Decálogo



Robert Forster, ex-miembro del mítico grupo The Go-Betweens, ha publicado el libro The 10 rules of rock and roll, antología de los textos que escribió como critico musical en la revista. El periodista musical de El País, Diego A. Manrique ha resumido estos puntos que paso a analizar:

- Nunca sigas a un artista que describe su trabajo como "oscuro". Entiendo: demasiados grupos atormentados con solemnes pretensiones de profundidad. Si realmente fueras oscuro, no necesitarías ponerte esa medalla.

(Cuidado con los depresivos. Yo ya tengo problemas, ¿por qué me van a interesar los tuyos?)
- La penúltima canción es la más floja. Conviene especificar que Foster se refiere a discos, discos de larga duración. Y sabe de lo que habla: la última canción obligatoriamente debe ser poderosa; la penúltima suele ser la que no deja a nadie satisfecho, pero costó tanto grabar que hay que buscarle un lugar discreto.

(Una realidad como un templo. Esa canción que nunca volveras a poner y que pasaras rápido para ir al final del disco)

- Los miembros de las grandes bandas se parecen. Tal vez se trate de un espejismo. Para Robert, se hace más evidente según envejecen: 30, 40 años de convivencia lo explicarían.

(Básicamente porque todos han tomado las mismas sustancias y demás bebidas o no bebidas)

- Ser una estrella del rock es un trabajo de 24 horas al día. La profesión se convierte en personalidad. Uno no desconecta: ha ingresado en una élite que imprime carácter. Para lo bueno, para lo malo.

(Y hay que ser un maldito divo hasta para ir a comprar el pan, aunque el panadero no tenga ni pajolera idea de quien eres)
- El grupo con más tatuajes tiene las peores canciones. Una maldad de Foster: alguien que se ocupa tanto de su imagen no tiene mucha seguridad respecto a sus dotes musicales.

(Por supuesto Robert. El tiempo que se dedican a hacerse tatuajes podrían componer alguna canción. No pueden porque no tienen talento y se dedican a hacer el chorra tauandose dragones y esas cosas)

- Nada interesante ocurre en un escenario tras los primeros 20 minutos.

(Para mí al revés. Si no ha sucedido nada en 20 minutos no esperes milagros)

- El guitarrista que cambia de instrumento cada tres canciones está presumiendo de su colección de guitarras. Siempre lo sospeché: en el alboroto de un directo, se pierden las características únicas de tal o cual guitarra vintage.
(Como los que cambian de ropa cada cinco minutos. Si estamos tocando fatal habrá que perder el tiempo en algo. Cambiemos camisetas o guitarras para ver que si no hay talento tenemos vestuario)

- Todos los grandes artistas se esconden detrás de su manager. Evidente: la estrella no desea mostrarse antipática, codiciosa, exigente; eso va en el porcentaje de su representante.
(En muchos casos a los artistas les mola figurar como antipáticos o codiciosos. El buen rollo no vende)
- En los grandes grupos no caben integrantes haciendo discos en solitario. Muy discutible pero entiendo el romanticismo de Foster: el grupo como compromiso total, una suma de esfuerzos sin margen para caprichos personales o exhibiciones de ego.

(La nueva aventura de fulanito en solitario. Esa frase siempre da miedo cuando se refiere a tu grupo favorito)

- La banda de tres piezas es la forma de expresión más pura del rock. El formato de trío obliga a un ejercicio atlético del rock, enormemente liberador: El bueno, el feo y el malo contra el resto del mundo. Además, contiene la prueba de fuego: un power trio sólo puede ser paladeado por los que distinguen entre rock y pop.
(Los trios siempre han molado más que los duetos porque así el líder destaca más)

. El decálogo de Foster (Diego A. Manrique, El País)