12 junio 2009

Finales de cine: Kill Bill: Vol.2. Morir con dignidad



En estas últimas horas medios serios, menos serios, amarillos y color sepia andan por saber las verdaderas razones de la muerte de David Carradine acaecida hace unos días. Parece ser que muchos apuntan a un cierto “juego sexual” pero eso da igual ya que haya más o menos pruebas, esta sociedad en la que vivimos ha encontrado una nueva historia para el morbo o el escarnio facilón. Y parece ser que en esta ocasión el cine volvió a ser más grande que la vida. Porque un director norteamericano había dado la oportunidad a Carradine, años antes de morir en la vida de real, de perecer en la pantalla grande. Pero como lo hacen los grandes, con dignidad y emoción. Quentin Tarantino le estaba dando la oportunidad de su vida a David Carradine en Kill Bill: Vol.2

Es muy respetable la gente que opina que Tarantino en un tipo brillante que sólo sabe rodar fuegos de artificio. Pero también puede ser una afirmación osada. Quentin Tarantino tiene cine en las venas y por tanto sabe como tocar la fibra en escenas de alto voltaje. Y la secuencia que comparten Uma Thurman y David Carradine en el film lo es. Dos personajes que se aman, se quieren, se odian y se quieren matar se enfrentan en un juego verbal y físico enfrente de una mesa. Una escena que representa el cine tarantiniano, diálogos a la cara y violencia plástica y elegante (ese duelo de espadas). De todas formas Tarantino se encontraba con un problema, ¿cómo acabar con un personaje cuya presencia era brutal en las dos partes de Kill Bill? La solución la encontró enseguida, se olvidó del gore, de la serie B, del spaguetti western... La respuesta era la dignidad.

Es emocionante (y más ahora) ver a ese muerto en vida que es Bill / David Carradine despidiéndose de Uma Thurman. Con amor (eres una persona estupenda) y furia (a veces eres una zorra). Y es tremendo ver como Carradine se arregla su traje y le pregunta si está listo para morir. Preparado, responde Thurman. Pero el momento que se nos debe quedar en la retina es ese Carradine caminando lentamente pero con paso firma hacia la muerte. Con una dignidad que sólo demuestran los que miran al final de frente. Propongo amigos y enemigos de Vivir Rodando que olvidemos la muerte real de David Carradine. Él murió hace cinco año en Kill Bill: Vol. 2. Su adiós era tan hermoso y digno que merece que le despidamos así.

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