12 octubre 2009

Campanella o cómo hacer una "buena" película

- El secreto de sus ojos - (Juan José Campanella, 2009)





Juan José Campanella dirgió hace unos un capítulo de House que consiguió ser el más visto de ese año. Un día, una habitación (así se llamaba el episodio) se alejaba de los típicas excesos de la serie planteando un interesante têt-a-têt entre House y una de sus pacientes. Gracias a éxitos como ese Campanella ha ido haciendo una carrera televisiva sólida en Estados Unidos logrando según reconocía en Fotogramas “ganar dinero para lograr hacer sus películas en Argentina”. En mi opinión el director logra algo más. Su experiencia como realizador en el primer pais del mundo le está dando la oportunidad de saber cómo realizar películas sólidas, interesantes y que, en resumen, “gusten”. Como le pasa a El secreto de sus ojos.

El secreto de sus ojos es un thriller, un drama, una comedia, una denuncia social... Campanella ha logrado hacer una larga y no pesada película en la cual cualquier espectador se siente reconfortado porque encuentra su historia. Para lograr esto se necesita tener mucho oficio y cerebro, lograr engarzar todos los géneros sin hacer una película ridícula. Está claro que Campanella ha aprendido en Estados Unidos a tener oficio y a saber realizar como lo haría un perfecto artesano. Sabiendo cuando ser sobrio o contenido o cuando se necesita darle un toque más artístico (como la espectacular secuencia en el partido de fútbol). Con un plantel de lujo (excepcionales todos destacando a Soledad Vilamil y Pablo Rago) la película nunca decae a pesar de que la trama es lo que es. A pesar de que el nudo criminal no es el más original del mundo y tiene algunas aristas, Campanella logra formar un producto sólido y creíble. Creando un drama más que una cinta de genero al uso.

Lo mejor que se puede decir de El secreto de sus ojos es que es ejemplar. En planteamiento y en ejecución. No se le escapa nada a Campanella y logra que nosotros estemos toda su larga duración atentos a la pantalla. Nunca cayendo el sentimentalismo barato ni rozando el cine negro cutre e incluso sabiendo superar los tópicos (que los tiene). Aunque sea ya un director con sus años de experiencia Campanella sigue aprendiendo a hacer cine. Que no es sólo grabar escenas con una cámara y luego montarlas en el estudio.

Lo mejor: Las breves pero intensas apariciones de Morales (Pablo Rago)

Lo peor: Las trampas que inevitablemente tiene la historia

. Una cierta mirada (Marcbranches, La linterna mágica)

. Sencillamente una obra maestra (Adrián Massanet, Blog de cine)

. La mirada de los otros (Ezequiel Boetti, Escribiendo cine)

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