No soy muy sabinero. Ni tampoco soy de los que les gusta mucho mirar las esquelas u obituarios. Pero ayer fue distinto. Me paré en la sección de esquelas de El País y disfruté del homenaje que hacía Joaquín Sabina al periodista Pablo Lizcano. El texto era emocionante y bello como pocos. Está claro que Sabina sabe escribir bien y cuando eso se junta con la voluntad de honrar a un amigo salen textos como estos. Todos nos mereceríamos un homenaje así para despedirnos de este mundo. Entonces podríamos despedirnos con todos los honores.
Deja madre y viuda inconsolables y un racimo de hermanos (de sangre y de los otros) que ni siquiera sospechábamos lo amarga que iba a ser la huella de su ausencia. Rosa Montero, para halagar a un cantante que conozco, dijo una vez, piadosamente, que era un cordero disfrazado de lobo. Se lo robo yo ahora para Pablo.
La canción se llamaba Así estoy yo sin ti, hecho mierda, hermano.
La canción se llamaba Así estoy yo sin ti, hecho mierda, hermano.
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1 comentario:
Que nos despidan así, y si además es con un texto de Sabina...tiene que ser la Hostia.
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