19 octubre 2009

La educación sentimental



La NBA no es sólo la liga de baloncesto que se juega en Estados Unidos. Es algo más. Como el país, es la gente, los cotilleos, la música, las referencias culturales, los negocios...es un mundo singular y diferente. Andrés Montes lo entendió así. Por eso sus retransmisiones de madrugada no eran narraciones de baloncesto sino narraciones de vida. Encontró su perfecto partenaire en Antoni Daimiel por una razón: eran completamente diferentes. Eran inteligentes, cultos, entendidos pero con distintas formas de ser. La química entre ellos fue explosiva. Era genial ver un partido de míticos equipos como Phoenix Suns o Sacramento Kings (ellos pusieron el baloncesto y los campeonatos se lo llevaron otros)pero más genial era saber que tras esos comentarios estaba la pareja Montes / Daimiel. Porque ibas a ver baloncesto de nivel pero también sabias que ibas divertirse y aprender.



Montes trabajó en medios con diferentes planteamientos e ideologías ya sea COPE, Grupo Prisa (Canal Plus) o Antena 3 Radio dinamitando prejuicios absurdos. Sólo hay que ver las diferencias entre los periodistas que le han elogiado. El hacía lo que sabia intentando divertir y enseñar al personal alejado de estúpidas luchas empresariales. Por eso una generación en especial (la mía, la que creció con las retransmisiones de la NBA) le tiene que tener un cariño especial. Porque dinamitó la barrera y la distancia entre el periodista y el espectador. Creo un club especial dónde te sentías recogido y confortado, un lugar al que pertenecer. Si veías con atención esos momentos Montes/Daimiel sabias que estabas viendo algo histórico e irrepetible que había que disfrutar. Algo que iba a pertenecer a la educación sentimental de cada uno. Por eso Andrés Montes merece un eterno agradecimiento.


3 comentarios:

auster dijo...

Soy la persona menos apropiada del mundo para hablar de un periodista deportivo; ni siquiera he visto nunca un partido de fútbol (no es algo de lo que alardee pero creo que sí me define de alguna manera).
Mi única conexión en este campo se ciñe a disfrutar de historias de superación como la de Lance Amstrong y a un extraño magnetismo hacia las escenas de boxeo y sus protagonistas.

Apenas escuché a Andrés Montes en un par de ocasiones. Coincidió que estaba en plena etapa de fascinación por conocer más sobre Gattuso (me gustaba la forma en que los medios le retrataban) y me hizo reír con aquello de: "Pegamento Imedio Gattuso!!". Sin entender a qué se refería era obvio que se trataba de una forma de retransmitir bastante peculiar; al día siguiente la gente de mi alrededor repetía todos y cada uno de los motes que había utilizado imitando su entonación.

Esto de lo que hablas es algo universal que trasciende a los propios gustos. Hay dos tipos de profesionales: los periodistas y los comunicadores, y estos segundos suelen marcar una huella que hace muy notoria su ausencia. Quizás me perdí algo que hubiera sido capaz de disfrutar.

ananula dijo...

Cuando me enteré de la noticia me dejó bastante conmocionada. Recuerdo sus retransmisiones de la NBA con Daimiel con mucho cariño, yo era muy jovencita, con poco criterio (el normal en esas edades) y recuerdo las risas que nos echábamos en clase con sus coletillas y el grito de ¡Daimiel!

Le perdí la pista durante unos años hasta que reapareció en la Sexta en el mundial de Alemania, en 2006. Creo que es uno de los mejores mundiales que he vivido, no por los resultados de España, ni por el juego espectacular que se vio, sino más bien por la gran cobertura de La Sexta que nos permitió ver casi todos los partidos (¡inaudito! y lamentablemente irrepetible de forma gratuita) y la gracia especial que él imprimía a sus retransmisiones, con ese punto de colegueo, tan cercano, elevaban un punto por encima el espectáculo, no era un narrador ortodoxo, ni nunca lo intento. Esto podía gustar más o menos, pero era distinto. Mucha gente de mi entorno le achacaba que no tenía ni idea de fútbol, que por eso decía "chorradas" en las retransmisiones. Nunca estuve de acuerdo, inventos como el "tiki-taka" y muchos otros motes (Moto GP, Humphrey Bogart...) a futbolistas eran tan acertados y les definían tan bien que parecían un ejercicio de psicología futbolística.
Pero por encima de todo era un tipo entrañable, por eso también se le echa de menos.

Me ha gustado mucho lo que has escrito sobre él en la entrada :)

ananula dijo...

Cuando me enteré de la noticia me dejó bastante conmocionada. Recuerdo sus retransmisiones de la NBA con Daimiel con mucho cariño, yo era muy jovencita, con poco criterio (el normal en esas edades) y recuerdo las risas que nos echábamos en clase con sus coletillas y el grito de ¡Daimiel!

Le perdí la pista durante unos años hasta que reapareció en la Sexta en el mundial de Alemania, en 2006. Creo que es uno de los mejores mundiales que he vivido, no por los resultados de España, ni por el juego espectacular que se vio, sino más bien por la gran cobertura de La Sexta que nos permitió ver casi todos los partidos (¡inaudito! y lamentablemente irrepetible de forma gratuita) y la gracia especial que él imprimía a sus retransmisiones, con ese punto de colegueo, tan cercano, elevaban un punto por encima el espectáculo, no era un narrador ortodoxo, ni nunca lo intento. Esto podía gustar más o menos, pero era distinto. Mucha gente de mi entorno le achacaba que no tenía ni idea de fútbol, que por eso decía "chorradas" en las retransmisiones. Nunca estuve de acuerdo, inventos como el "tiki-taka" y muchos otros motes (Moto GP, Humphrey Bogart...) a futbolistas eran tan acertados y les definían tan bien que parecían un ejercicio de psicología futbolística.
Pero por encima de todo era un tipo entrañable, por eso también se le echa de menos.

Me ha gustado mucho lo que has comentado en tu entrada del blo :)