11 julio 2008

Amor a la vida, al cine y al VHS

- Rebobine, por favor - (Michel Gondry, 2008)



















Se dice que en los tiempos que corren se ha perdido la emoción. Especialmente en el arte. En cuanto alguien realiza algo que tiende a tocar la fibra se le acusa de sensiblero y efectista. Algunas veces con razón.

Por eso es gratificante ir al cine y que uno de los grandes genios del cine contemporáneo, Michel Gondry, sepa emocionarnos sin llevarnos a tramas absurdas propias del telefilm. Simplemente con la emoción de la vida diaria que ya por si es una aventura.

Dos colegas se dedican a recrear películas de los 80 de forma casera para luego alquilarlas. Un argumento simple, sencillo y que a algunos, les parecerá infantil o repetitivo. Pero es una excusa. Gondry se refleja en los personajes de Mos Def y Jack Black para hablar de labor como creador y persona. No es simplemente un homenaje al VHS o a mis queridos videoclubs. Es una película que habla del descubrimiento. El de los nuevos amigos, los vecinos, del amor por el cine... Bajo la apariencia de un cortometraje cómico alargado Gondry ha realizado una pequeña maravilla. Un film de amor a la vida, a la libertad...y al cine.

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