14 septiembre 2009

Joyas a reivindicar: Starshipt Troopers. ¿Inteligencia? militar



Sin duda una de las personas a las que se les podría adjudicar la frase, ir al grano en esto del cine es Paul Verhoeven. Para el director holandés en sus películas, la violencia es violencia, el sexo es sexo...sin darle toques artísticos, ni querer ser un tipo cool o moderno. Por eso los detractores de Verhoeven utilizan términos como director cutre, tramposo o vulgar. Pero los hay que vemos que sus films van más allá de lo que se muestra en pantalla. Su lenguaje visual directo, sin tonterías, ni chorradas ocultan personajes e historias duras y complejas. Un caso evidente es una maravilla como Starship Troopers.

La película fue vendida como un asalto más a la taquilla estadounidense por parte de Verhoeven como lo había sido Instinto básico. Pero de nuevo el holandés estaba siendo más inteligente que todos. Si la película que puso de moda el cruce de piernas de Sharon Stone era una fabulosa y adictiva farsa a través de un thriller erótico, Starship Troopers no se quedaba atrás. El film parecía hacer la típica carrera de un film revientaquillas, éxito de publico y palos de la critica que sólo alababan sus (apabullantes) efectos especiales. Y lo más significativa, algunos críticos la tachaban de fascista. Aunque parezca lo contrario, con esta reacción Verhoeven lo había logrado.



Porque para ser critico o irónico lo mejor es mostrar a lo que quieres criticar en su máximo esplendor...o idiotez. Starship Troopers es todo un asalto contra el fascismo trasnochado que muestran algunos paises o superpotencias a traves de sus aparatos militares. Para ello se rodea de elementos como un megapatriotismo absurdo o tramas entre los personajes cercanas al nivel intelectual de Melrose Place. Todo está estudiado para el resultado final, mostrar el absurdo de los aparatos militares, las guerras preventivas u invasiones varias. El casting también es clave. Olvidémonos del talento interpretativo, Verhoven se rodea de tipos duros (el inefable Michael Ironside), malos actores guapitos (Casper Van Dien) y cuerpos esculturales (Denise Richards), que colaboran a hacer más demoledora esta farsa militar.

Dicen que la ciencia ficción es tan grande porque en realidad refleja los problemas que tenemos en la actualidad. Paul Verhoeven lo hace, riéndose de todo y de todos. Engañándonos y metiéndonos en una historia que parece una película de bichos, naves espaciales y efectos especiales que, en realidad, es una patada en la cara de los salvadores de la patria que hay en todo los lugares del mundo. Siempre que he visto fotos de Paul Verhoeven se está riendo. Es lo que tienen los tipos listos que saben reirse del mundo, mientras les saca unos buenos billetes.

1 comentario:

TonyMontanaLuque dijo...

No es la primera reivindicación que leo de esta peli. Por mi parte sólo diré una cosa: es una mala broma.