Antonio Muñoz de Mesa, Bárbara Goenaga y los caminos de la entrevista

Los finales de año sirven para reflexionar sobre lo que hemos hecho durante el año. El objetivo, no repetir los errores. El resultado, los errores son repetidos y a gran escala. Mi reflexión llegó viendo el trailer de mi esperada película (y que comentaré en días posteriores) El desafío. Frost contra Nixon. En una escena vemos como el periodista David Frost ofrece una gran cantidad dinero a Richard Nixon para que acepte ser entrevistado por él. Esto me ha recordado cuando en verano me planteé las entrevistas que me gustaría hacer para el programa de Vivir Rodando.

Mi lista empezaba con Javier Bardem, Woody Allen, Jean-Pierre Bacri, Pedro Almodóvar... Tras darme cuenta que tendría un poco complicado tener esas entrevistas (Woody hace tiempo que no me coge el teléfono, últimamente está muy distante conmigo) intenté pensar en algo más creíble. Apunté dos nombres que me apetecía mucho entrevistar y que podían ser más accesibles, Antonio Muñoz Mesa y Bárbara Goenaga. Siempre he admirado el saber estar y carisma de Antonio y de Bárbara hay poco que decir, desde El grupo creo que es una de las actrices con más presente-futuro de España. Una vez seleccionado los objetivos (junto con otros) empecé la “búsqueda”.

La entrevista con Antonio Muñoz Mesa fue cerrada en un tiempo record. Mail a su página personal que me fue contestado en minutos. Unos cuantos correos más y la cita estaba confirmada. Es más, hubo un cambio de día de última hora por un asunto personal mío que fue arreglado en pocos minutos. El resultado lo pudisteis oír. Muñoz de Mesa un tipo sencillo, inteligente e interesante.

Sabía que lo de Goenaga iba a ser más complicado. En una visita a su web personal compruebo que no hay ningún mail de contacto y sí un teléfono. Mala señal. Al llamar compruebo que es la agencia donde está Bárbara Goenaga. Glups. Más mala señal, tratar con intermediarios. Tras venderle una moto (que no tenía ni ruedas ni gasolina) a la persona que tenía al otro lado del teléfono de lo bonito que sería que Bárbara concediera una entrevista a un pequeño programa, presasando su carrera y sus futuros proyectos, el final fue demoledor. Me dio un mail donde tenía que escribir para que se me concediera la entrevista. Resumiendo: nene, véndele la burra a esta gente. Aún sabiendo que mi mail se perdería en el hiperespacio, escribir uno de mis famosos “correos”. “Qué bueno que sería una entrevista con Bárbara”, “qué lujo para el programa”, “hablaríamos de El grupo una de las mejores series de la televisión en España”... quien ha sufrido mis mails ya sabe de lo que estoy hablando. No hay que decir que jamás recibí ninguna respuesta de los correos que escribí para conseguir la entrevista. Y no hay ninguna crítica a Bárbara Goenaga. Seguro que ella hubiera estado encantada de concederme cinco minutos de su tiempo.

En resumen, ¿qué son las entrevistas? Un periodista que (generalmente) quiere contar una historia. Un entrevistado que (generalmente) quiere vender (término "vender" tratarlo con cuidado) algo que le interesa. David Frost quería espectáculo con la entrevista y Nixon quería limpiar su imagen tras el Watergate. Por eso quiero hacer un homenaje a quienes han tenido la deferencia de dejarse entrevistar para Vivir Rodando. Aparte de la gente de la comunidad universitaria de la UMH, se merecen un reconocimiento a quienes han dado un pequeño tiempo de su vida para el programa sin saber ni siquiera que era eso de la Radio UMH. Pepe Nieves (ojo, todo un premio Sant Jordi por La claqueta), Peris Romano, David Cacho, Ruth Méndez, Antonio Sempere, Emilio Martinez (Aullidos), Antonio Muñoz de Mesa...hicieron una parada en sus respectivos trabajos, cogieron de su tiempo libre o vinieron hasta la radio sólo para colaborar en el programa. ¿Por qué un homenaje? Sencillo. Vivir Rodando es un programa pequeño, con una audiencia minúscula. Por lo cual ninguno podía “vender” nada. Sólo participaron por el gusto de charlar sobre cine. Sin agentes ni intermediarios. Es en esos momentos cuando las entrevistas y el periodismo están realmente bien. Gracias. Y que no decaiga en 2009.